COSAS DE BOLICHE TRAIDAS A LA CASA

Por Gonza

El marketing nos enseña conceptos básicos de comercialización que hoy sientan las bases de las ventas en el mundo civilizado.
Uno de los principios fundamentales es que la gente no compra lo que necesita sino que compra lo que quiere. A contrario sensu, se vende no lo que la gente usa sino lo que la gente compre, aunque sea una porquería. Si lo compran… vendelo.
Hay cosas que son de boliche que uno querría tener en la casa. Lamento tener que desilusionarlos chicos, pero no se puede. La casa es la casa y el boliche es el boliche.
Y si no tendrías que andar en chancletas en el boliche y tener mozo con moñito en tu casa, pero no es así. No se puede mezclar. No es cuestión de querer. Es que no es posible.
Yo les digo porque probé y no sale. Pero a veces a uno le gustaría que cuando termina de comer en la cocina un churrasco diga ¡mozo! Y que de atrás de la puerta aparezca un tipo de saco blanco y pantalón negro y se lleve todo mientras nos pregunta ¿se van a servir algún postre?
Pero, como digo, eso es imposible. Es una fantasía, nada más. Aunque hay otras fantasías que intenté hacer realidad, cual ceniciento siglo XXI, pero el hechizo se me rompió de la manera más escandalosa, dejándome sin nada, ni siquiera el zapatito de cristal.
Me dejó si por ejemplo una cafetera Express. ¿Quién no soñó con tener en la casa una cafetera Express? La idea es genial. Es tan buena que te la venden y todo. Pero les aviso, uno no compra más que una ilusión muy hermosa. La cafetera es cara pero el objetivo es muy ambicioso. Hacer en tu casa un café profesional. A toda hora, todos los que quieras. Y baratísimo, porque en el boliche te afanan, sale de costo 20 ctvs. Y te lo cobran dos pesos… son locos…
Y me la compré nomás ¿cómo no hacerlo? Pero primero tenès que calentar la maquina, así que tenès que perder un tiempito. Pero se calienta enseguida, cuanto te puede llevar, a lo sumo media hora… Te levantàs un rato antes a la mañana y desayunàs un café… Después tenes que comprar café molido, y del bueno, porque sino sale feo, eso no es ningún secreto. Y tiene que ser fresco, claro. Después tenès que hacer varios cafés porque con uno solo no te rinde. Te conviene también calentar los pocillos, después, después te dan ganas de revolearla por la ventana y mandar todo la repu…tmqlorp… porque no es practico.
En el boliche fenómeno, la prenden a las 6 de la mañana (o antes) y la apagan a las 12 de la noche (o despues), hacen cientos de café por día (o miles) y les da resultado, (o recontra resultado) pero en tu casa no es así, entonces no te funciona.
La otra es el exprimidor de boliche, ese de metal, que ponès la media naranja y de un tiròn sale el jugo. Bárbaro. Pero hay que ver como se ensucia, y tenès que hacer fuerza, no es pa’ cualquiera. ¿Y donde lo metès? porque es enorme.
No es que los boliches sean vivos y en la casa uno tenga cosas para la gilada. Es que el boliche es el boliche y la casa es la casa, como decía al principio, ya me convencí. Me olvido de comprar el horno pizzero, el asador, la churrera, la bola espejada y la fabriquita de pastas marca “Pastalinda”. Paso, me planto, no quiero más.

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